jueves, 23 de junio de 2011

QUIETUD (Segunda sesión) por Daniela Perez

QUIETUD (Segunda sesión)

Contundente una mano.
Contundente como  puñetazo surcando los labios.
Contundente presencia del  miembro izquierdo. Extremidad prensil.
El fondo borroso.
Capto de un sorbo finito el piso. Las baldosas tienen dibujos que se esfuman en la lechosidad de mi mirada que se aferra a la mano.
Mirada perdida donde la había posado.
Mirada engarzada  en esa porción de carne, atornillada por el vértigo. Indecible  contraste. Concreta y espectral.
Me escapo.
Mi pensamiento como una bocanada de humo. No es tan inteligente la cabeza como ella cree.
La cabeza cree cosas y crea los cuerpos.
Mi mano tan mano, tan perfecta extremidad, viva.  No sola. Otra. Dos. Esfuerzo de materia gris por estrujar las palabras. Telegráficamente; para ocultar el hecho del habla. 
Dos manos que no se tocan más.
Nunca más.
Podes entender sin sentir, es lo más cotidiano.
Dos manos que no se tocan más.
Dos manos que se tocaban. Con lo que importan las manos.
Resabio de espanto. Otra cosa en la carne. Una fractura expuesta. De a ratos. Asmática. ¿Y qué? Eso no es nada. Abrir y cerrar. Eso tampoco es nada.
La visión del punto fijo.
El pecho salado y con un eco extraño. Remembranzas sin rostro. Piel finita y una mano perdida para siempre.
Siempre, que extravagancia.
La pérdida no es extravío,
es un hueco que muerde; 
y siempre
un pozo sin fondo.
Me tengo.
Aún sin manos me tengo.
Eso es algo.
Caer en la cuenta. Resbalar, estamparse. El piso de baldosas es frío, llega un momento que los pies están sin sentido. La mano es mi mamá que ya no está. Soy yo que no voy a estar. Es mi mirada que fija las manos. Se mueven, como parpadeando. Pensaba en el ritmo y la quietud se hacía fluida y también pensaba que es un poco religioso.
En un momento vi imágenes de las vírgenes y los santos iluminados, como para resaltar la acción…como cuando uno resalta con el marcador fosforescente; aunque la sensación de la imagen me vino más como resaltando con el Word, en la computadora. Pero todo esto me pareció demasiado y aparte fue después; así que lo descarté porque, además, yo no creo en Dios, de la existencia física más que nada, en la cabeza todos lo  tarareamos, aunque sea de vez en cuando.
De todas formas se existe y algo hay con “eso”. Algo hace “eso” de uno. De todas formas hay que trabajar en la idea. De todas las formas hay que elegir una, aunque sea por un rato.
Un cansancio plano después de la visión. Me duele la cabeza como si alguien me la hubiera violado. Y un furor reseco en los ojos. Las palabras como huecos sin sentido. Todas las lenguas del mundo moviéndose al unísono… no el idioma. Las lenguas, que besan, que se arrullan con palabras. Toda la saliva del mundo vertida a chorros para excusar el espanto. Me dieron una muestra de perfume por la calle; una chica perfumada. Perfume “Kevin”… Me estoy yendo de tema. Pero… ¿qué significa eso?
Quietud
Estar dentro de uno
Habitarse
Descubrir el volumen
Soy. Contenida en un volumen. Una porción de volumen en el espacio.
Dejar respirar los dientes
Ritmo
Latencia
No dejar morir la mirada. Chispearla.

Daniela Perez
Sábado 11/6/11

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